Actualmente, en España, hay más de dieciocho millones de personas trabajando, de las cuales más de tres millones son funcionarios y empleados públicos que prestan sus servicios en la administración central, comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones y empresas públicas. El salario de este colectivo de trabajadores implica más de 120.000 millones de euros para el Estado anualmente, cifra que, tal y como se explicó en una publicación anterior en este mismo Blog , se verá aumentada. Es posible afirmar que un funcionario puede llegar a recibir algo más de dos mil euros mensuales como sueldo. Estas cifras pueden resultar una motivación suficiente para que el funcionariado realice sus funciones correspondientes, pero, sin embargo, a este colectivo se le considera poco trabajador.
Los funcionarios tienen regulado su horario de trabajo legalmente, a diferencia de lo que pasa en las empresas privadas. Sin embargo, son numerosas las quejas de los ciudadanos sobre el absentismo del funcionariado en sus horas de jornada obligatoria o de atención al público (de 9 a 14 horas).
Desde el programa “En el Punto de Mira” se ha analizado uno de los servicios públicos que más quejas acumula por absentismo por parte de los funcionarios (Ciudad de la Justicia de la Comunidad Valenciana). En este documental puede percibirse como el personal ficha en la entrada introduciendo su código y huella digital (forma de fichar) y, a continuación, deciden abandonar las instalaciones del puesto de trabajo. También queda latente en el vídeo cómo los funcionarios aumentan su descanso de 30 minutos hasta el punto de proceder a realizar únicamente cuatro horas de trabajo efectivo.
¿Puede deberse este absentismo laboral del personal público a una falta de motivación?
La respuesta a esta pregunta podría ser negativa si nos referimos a la motivación de carácter económico; es decir, si entendemos como factor motivador el salario pues, de acuerdo con las estadísticas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este colectivo cobra, de media, algo más de 2.000€ mensuales, mientras que las personas que trabajan en empresas privadas reciben, como salario bruto medio y mensual alrededor de 1.800€.
Sin embargo, y sin que sirva de excusa para justificar el absentismo de aquellos empleados públicos que no cumplen con sus funciones por causas injustificadas, sí podemos inferir que los funcionarios se encuentran desmotivados, en especial aquellos que ostentan una plaza fija. La razón puede encontrarse fácilmente; aquellas personas que tienen un “trabajo para toda la vida” –con ciertos matices pues, al igual que en cualquier puesto de trabajo, a un funcionario se le puede cesar en su actividad como sanción por falta muy grave– dejan de tener ciertas aspiraciones. En muchas ocasiones, no pueden subir de categoría o aumentar de nivel y, al no poder progresar, independientemente del nivel de producción que tengan, pueden llegar a desarrollar el síndrome del quemado o cualquier otro tipo de frustración de carácter negativo hasta el punto de acudir al puesto de trabajo, fichar para dejar constancia de su asistencia (y no concurrir así en una falta muy grave como sería no acudir al puesto de trabajo de forma injustificada) y abandonarlo sin dejar ningún tipo de constancia de tal acto, consecuencia de la ausencia de medios o métodos de control de la actividad de los funcionarios que, al menos en el centro analizado, solamente han de marcar su código de empleados al iniciar y finalizar la jornada laboral.
Si bien, este absentismo laboral no se predica de todos los empleados públicos, puesto que desde aquí no ponemos en duda que la gran mayoría de funcionarios cumpla con su jornada laboral y lleve a cabo las funciones que tiene encomendadas, sí que hay una idea generalizada de que el personal de las administraciones es un personal “vago”, calificativo que quita prestigio y méritos al personal que verdaderamente cumple con su jornada. Quizá ese desprestigio podría eliminarse implantando unos nuevos métodos de control de la jornada laboral, por ejemplo, teniendo que introducir un código cada vez que se sale o se entra al edificio donde se realizan las actividades.
¿Crees que el método propuesto podría servir para evitar el absentismo laboral de este colectivo o crees que dicho método supone una vigilancia tan intensa que podría llegar a lesionar algún derecho de este colectivo?
Si deseas ver el reportaje entero realizado por el periodista Boro Barber, puedes pinchar en el siguiente enlace:
También ha servido de fuente para esta entrada: https://cursos.com/sueldo-funcionarios-espana/#Asi_es_el_sueldo_de_los_funcionarios
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