¿Qué buscan los jóvenes en el trabajo a la hora de tener hijos?
Por Ana Belén González - 20 febrero
La semana pasada en este Blog se hablaba del VII Barómetro de la Familia de 2018, basado en una encuesta telefónica realizada a 601 familias españolas encargada por The Family Watch a la consultora GAD3. En ella, como se comentó en la publicación a la que se hace referencia, se ponían de manifiesto las medidas que los trabajadores en territorio español quieren que se lleven a cabo para una mayor y mejor conciliación entre la vida laboral y familiar. En esta publicación se abordará un análisis de esos resultados desde la perspectiva familiar.
Para poder afrontar este punto, es necesario destacar que en el año 2008 la tasa de natalidad alcanzó los 500.000 nacimientos, pero desde esa fecha ha ido en descenso consecuencia, de acuerdo con lo que se puede deducir del Barómetro, de las jornadas laborales y la existencia de empleos precarios (jornada parcial con bajos sueldos) que, por un lado, impiden llevar a cabo una conciliación de la vida familiar y laboral y, por otro, dificultan gravemente la posibilidad de mantener a futuros, o ya nacidos, hijos con los recursos de los que disponen –no solo económicos, también puede referirse al tiempo libre del que se dispone–.
Esto mismo han plasmado los encuestados que consideran como factores determinantes para tener hijos el tiempo libre disponible para el cuidado de los hijos (44,7% de los encuestados lo consideran un aspecto clave), la estabilidad laboral (requerida por un 41,5% de los encuestados) y el hecho de tener recursos económicos (para el 38,2% es un factor importante). Del total de los encuestados, el 90,2% están de acuerdo con la aplicación en sus puestos de trabajo de medidas de flexibilidad horaria, que conllevarían ventajas tanto para la empresa como para el trabajador, pudiendo este último conseguir una mayor conciliación y aquel podría ver reducido el absentismo laboral, retrasos en el inicio de la actividad por cada trabajador, etc.
Si nos paramos a analizar la situación demográfica de España, podemos llegar a entender que, además de racionales, las medidas o factores que los trabajadores encuestados consideran como necesarias, verdaderamente lo son. El hecho de que desde el 2008 los nacimientos sean cada vez una cifra menor hace suponer que, en el futuro, la calidad de vida laboral se verá disminuida: la edad de jubilación se tendrá que ver aumentada y el sistema de pensiones variado, pues no habrá suficientes personas trabajando y cotizando como para sustentar tantas pensiones, ya que la población en edad de jubilación será superior a la cantidad de personas que trabajan. Esto conllevará, por ende, a una disminución de las cantidades otorgadas como pensión de jubilación.
Otras de las consecuencias del sistema demográfico que se está creando en España implica una menor productividad, dado que a determinadas edades el trabajador ya no es tan productivo, consecuencia de la disminución de su psicomotricidad. Esto, a su vez, podría suponer un mayor absentismo en el trabajo, debido a la aparición de enfermedades que, con el paso del tiempo, el cuerpo desarrolla. Además, todo esto puede implicar una menor motivación en el trabajo, al considerar los trabajadores de mayor edad que no son productivos y al ver peligrar la posibilidad de disfrutar de la pensión de jubilación tras su retiro. A su vez, el absentismo que generaría al tener a trabajadores de edad avanzada en los puestos de trabajo, podría provocar una menor retribución para ese colectivo, lo que conllevaría un empobrecimiento de la población activa empleada.
Si quieres leer el artículo que ha servido, además del VII Barómetro de la Familia, como base para esta entrada puedes pinchar en el siguiente enlace:
Entrada muy interesante. Es cierto y cada vez se pone más en evidencia, que seguimos teniendo un modelo laboral incompatible con nuestra forma de vida actual. Esto se observa principalmente en la disminución de la tasa de natalidad, como bien señaláis. La conciliación de la vida laboral y familiar y el establecimiento de medidas que la favorezcan es un reclamo que no puede ser desatendido.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, es un deber de los Gobiernos y de los propios empresarios, hacer frente a esta demanda que efectúan los trabajadores, puesto que se encuentra directamente relacionada con la calidad de vida en el trabajo. Ambos deben comprender que los trabajadores en edad fértil deben tener la posibilidad de tener hijos, y esto se vuelve mucho más difícil e incluso en algunas ocasiones imposible, si las condiciones existentes son desfavorables.
Es evidente que disponer de tiempo libre para dedicarlo a los hijos, la estabilidad laboral y el hecho de tener recursos económicos facilita notoriamente este propósito, mediante la adopción de medidas concretas, como la flexibilización del horario de trabajo entre otras. Nos toca a nosotros ser los promotores del cambio que permita tener un modelo laboral que se ajuste a las necesidades de los trabajadores del siglo XXI.
En primer lugar, ¡muchas gracias por tu comentario, Irene! Estoy de acuerdo contigo, la posibilidad de adoptar un horario de jornada flexible que permita tener un mayor tiempo para el cuidado de los hijos junto con la garantía de estabilidad en el empleo son dos factores muy importantes para aquellos que desean ampliar su familiar y, la adopción de dichas medidas no es solo una cuestión de la empresa o del Gobierno, sino que debe darse una coordinación entre ambos.
EliminarComo bien dices, es a nosotros a quien nos corresponde reivindicar a los empresarios y a quienes dirigen el país la implantación de estas medidas, pero no únicamente por el hecho de dar cabida a la conciliación de la vida laboral y la familiar, sino porque puede constituir una garantía para el cambio de la pirámide de población, una garantía para el mantenimiento de las pensiones de jubilación y otro tipo de prestaciones ofrecidas por el Gobierno que se financian con las cotizaciones y cualquier otro tipo de tributo, pues a mayor población con recursos, mayor recaudación.
Gracias por pasarte por nuestro Blog.
Un saludo,
Ana Belén González.
Hola, Ana Belén;
ResponderEliminarEnhorabuena por el trabajo y estudio que le dedicas a tus entradas, gracias por tu esfuerzo. Tocas un tema muy peliagudo y en auge, todo aquello que comentas tiene unas consecuencias que todos nosotros vamos a vivir, el índice de natalidad cae empicado desde hace años, ya hace tiempo que nos equiparamos a la vieja Europa, mueren más personas de las que nacen. Resaltar más, todo lo que comentas no tiene sentido, en mi opinión trabajaste en algo que es muy preocupante, y como bien has comentado, como no cambien las políticas de los gobiernos, ni los empresarios ni los interlocutores sociales, harán nada por remediarlo. Por otro lado, la estructura de la sociedad española en todo su conjunto, necesita de una estructuración nueva y con grandes políticas de cambio. Formar familia al día de hoy es complejo, tantas y tantas tecnologías y tantas y tantas políticas en aras de aumentar todo aquello que nos rodea, y que no tengamos éxito, para mi es preocupante, agradezco de veras tu trabajo, muestra un interés en lo colectivo, en lo humano, y no tan solo en lo individual o en lo puramente económico. Ánimo y sigue adelante, me sirve de mucho.
¡Muchísimas gracias por tu comentario, David!
EliminarEstoy completamente de acuerdo contigo. Poco a poco el modelo demográfico de España se va pareciendo a los años donde el día a día era la guerra, la hambruna y penurias en los hogares familiares que impedían que muchas personas llegasen a alcanzar edades elevadas. Aunque, cierto es que en aquella época había, aun con todos los problemas, mayor índice de natalidad.
Es una auténtica pena que desde el Gobierno y las empresas no se tengan en cuenta los factores que se señalan en la publicación (estabilidad en el empleo y jornadas más flexibles) porque son uno de los pilares fundamentales para poder formar una familia.
Muchas gracias por tus comentarios tan constructivos, David.
Un saludo,
Ana Belén González.