"¡Quiero esto para ayer!”, “¿Has terminado ya lo que te he pedido?, “Acuérdate que mañana tenemos reunión a las 10h”, “¿puedes venir el sábado por la mañana?”, “Me parece que hoy nos vamos a tener que quedar hasta tarde”.
Seguro que alguna vez has sido receptor de alguna de estas exigencias o has sufrido el lamento de algún conocido que desearía no haber conocido nunca a su jefe.
Cómo acabar con tu jefe (Horrible Bosses, 2011) en apenas 100 minutos nos relata como Nick, Kurt y Dale creen que la única solución para hacer su rutina laboral más soportable sería deshacerse de sus inaguantables jefes.
Dave Harken, es un jefe narcisista con verdadera obsesión por sí mismo y sus propios logros. Le caracteriza el egoísmo y la facilidad para destruir la vida de los demás si así salva su propio pellejo. Como buen manipulador se las ingenia para que Nick Hendricks (su subordinado) haga exactamente lo que él quiere con el mero fin de utilizarlo después en su contra.
Collin Farrell encarna a Bobby, el hijo del fundador de la empresa que pretende dirigir, lo que le hace sentirse en una posición de superioridad y preponderancia frente a los trabajadores. Pero lo cierto es que con su actitud lo único que demuestra es que no sabe tratar a las personas ni gestionar una empresa.
Julia, en la piel de Jennifer Aniston se convierte en una man-eater a quien no le faltan argucias para saciar su apetito sexual hacia Dale, quien está felizmente enamorado y rechaza constantemente las propuestas de su jefa. Pero ésta, sin cesar en su empeño, decide drogarle y hacerle fotos para amenazarle con enseñárselas a su pareja si no accede a sus peticiones.
Con la ayuda de unas copas de más y el consejo poco fiable de un expresidiario buscavidas, los tres idean un enrevesado e “infalible” plan para deshacerse para siempre de sus superiores.
¿Tú qué opinas? ¿Te parece la solución ideal?
Desde luego, en la ficción sí lo es. Además de hacernos pasar un buen rato, la comedia de Seth Gordon nos invita a reflexionar sobre el trato que reciben muchos trabajadores, especialmente cuando están cerca de alcanzar metas importantes, porque eso les permitiría hacer casi cualquier cosa por conseguirlo.
Ante circunstancias cómo éstas, los trabajadores están sometidos a grandes niveles de estrés, presión e incluso, motivación, lo que les puede hacer renegar de sus propios valores y principios.
Para garantizar la deseada calidad de vida en el trabajo es importante que los trabajadores se sientan cuidados, reconocidos y satisfechos con lo que hacen. Los jefes que tratan de forma despectiva a las personas que están bajo su cargo únicamente consiguen resultados negativos.
La falta de liderazgo, empatía y ejemplaridad hacen que el trabajador desgaste sus ganas y aumente su frustración. Seth Gordon lo extrapola al extremo y materializa este sentimiento en las ganas que tienen los trabajadores de deshacerse (literalmente) de sus jefes.
Si bien son muchas las personas que deben aguantar presiones y desprecios por parte de su jefe, gracias a la nueva forma de gestión de los Recursos Humanos, los trabajadores cada vez son mejor valorados. Las organizaciones cada vez son más conscientes de la necesidad que implantar planes de calidad de vida laboral en las plantillas, de humanizar el trato y dar valor al tiempo y esfuerzo que dedican las personas que dedican su jornada laboral a sacar adelante la empresa.
No debemos olvidar que, como dijo Henry Ford, “hay alegría en el trabajo. No hay felicidad excepto en la compresión de que hemos conseguido algo”.

Fuente:
Seth Gordon (Dirección). (2011). Cómo acabar con tu jefe (Horrible Bosses) [película]
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