¿Cómo afecta tu reloj biológico a tu jornada laboral?

Por Maite Anna Lozano - 12 abril

Hoy en día nuestro ritmo de vida es acelerado, rápido e intenso. Todo a nuestro alrededor está en constante movimiento. Pero ¿todos vamos al mismo ritmo? Es más, ¿a todos nos influye por igual?

La respuesta es no. Todas las personas tenemos ritmos que marcan nuestras vidas y lo hacen de forma distinta en cada uno de nosotros. Las ciencias del comportamiento hablan de "Biorritmos”, ciclos periódicos y regulares de las funciones psicofisiológicas, mediante las cuales se reflejan las actitudes de las personas, sentimientos o estados de ánimo. De alguna manera, miden nuestra respuesta física, emocional y mental frente a los diferentes acontecimientos que se nos presentan a lo largo de nuestro día a día.

Los biorritmos determinan nuestro rendimiento en tres ciclos básicos:

- Ciclo físico (descubierto por Wilhelm Fliess): tiene una duración de 23 días e influye en los factores físicos, interviniendo aspectos como la resistencia, los reflejos, el cansancio, el descanso, la relajación, la coordinación y la vitalidad, entre otros.

- Ciclo emocional (identificado por Wilhelm Fliess): dura 28 días e influye en nuestros estados emocionales. Para entrar en su valoración se podrían tener en cuenta aspectos como la creatividad, las facultades intuitivas, el optimismo, la euforia, el humor o la energía moral.

- Ciclo intelectual (determinado por Alfred Teltscher): constituye un periodo de 33 días, en el que influye nuestra agudeza mental, debiendo prestar especial atención a la capacidad de comprensión, el ingenio, la memoria, la velocidad de reacción, la capacidad de aprendizaje y razonamiento.

Les guste o no las organizaciones modernas, el cuerpo se encuentra sujeto a los ritmos biológicos que condicionan la actividad en general de las personas. Por ello, en la práctica, los biorritmos se utilizan como una herramienta estadística para conocer los puntos álgidos y frágiles de cada trabajador.

Los resultados obtenidos de la medición de estos ciclos cumplen la función de meros baremos a partir de los cuales podemos guiarnos y obtener resultados óptimos en todas las actividades de nuestras vidas. Concretamente, en el ámbito laboral, estos ciclos nos permiten evaluar la predisposición al trabajo y la concentración durante el día, por lo que pueden ayudar a planificar la agenda laboral.

Es importante destacar que, además del entorno laboral, se ha implantado el estudio de los biorritmos en el ámbito de la Medicina deportiva y en los estudios sobre la sexualidad, donde se han recabado resultados muy positivos y efectivos.

Si bien existen diversos tipos de ritmos biológicos, los más relacionados con la actividad laboral son los que tienen una frecuencia aproximada de 24 horas, denominados ritmos circadianos.

Dentro de los ritmos circadianos es posible distinguir entre personas matutinas y personas vespertinas. Los Psicólogos del Trabajo determinan que las personas matutinas, representadas a través de una alondra, son aquellas que se encuentran más activas y rinden mejor por la mañana. Por otro lado, las personas vespertinas, simbolizadas por un búho, trabajan mejor por la tarde-noche.

Existen verdaderas diferencias entre ambos ritmos biológicos que se pueden apreciar tanto en el rendimiento en general como en su capacidad de vigilancia y reacción. Aunque se debe tener en cuenta que no actúan por sí solos, puesto que interactúan con el resto de variables que forman el entorno psicosocial y laboral de las personas.

Cuando un ciclo es más positivo en un determinado momento, la persona es capaz de desempeñar mejor sus capacidades y habilidades, por lo que sería conveniente tener en cuenta estos ritmos a la hora de enmarcar los turnos de trabajo (mañana, tarde y noche) y establecer los horarios de la jornada laboral.

Si las organizaciones, especialmente los departamentos de Recursos Humanos prestaran más atención a los ritmos biológicos de cada persona, se potenciaría no solo su rendimiento y productividad, sino también su bienestar personal. De esta manera se conseguiría aumentar su satisfacción y comodidad en su puesto de trabajo y, en definitiva, las garantías y proyección de la calidad de vida laboral serían mayores.