En el entorno laboral es frecuente que los trabajadores
puedan sentirse frustrados debido a las expectativas que puedan tenerse sobre ellos
o por las que puedan crearse ellos mismos en relación a su trabajo. El grado de
tolerancia a la frustración depende de cada persona, de su estructura biológica,
de la adaptación que tenga a determinadas circunstancias estresantes, etcétera.
Algunos autores señalan cuatro indicadores para clasificar a una persona con
baja tolerancia a la frustración:
- Complejidad en la diferenciación entre deseos y necesidades.
- Reacción desmedida ante un deseo insatisfecho.
- Se aferran en el “deber ser” y no en que “es”.
- Temor al fracaso.
En circunstancias normales, los sujetos a lo largo de su
desarrollo descubren que no todos sus deseos o necesidades pueden ser atendidas
de forma inmediata. Por lo que aceptan que existan situaciones en las que se
deba esperar circunstancias que no permitan la satisfacción de los mismos, y es
justo en ese momento cuando se desarrolla la capacidad de tolerar las
situaciones de frustración.
La baja tolerancia a la frustración se ha determinado
como un importante trastorno emocional
que puede condicionar el puesto de trabajo del empleado y puede generarle
conflictos con sus compañeros conflictos. En esa baja tolerancia es importante
que el trabajador sea consciente de su problema e intente combatirlo, pues de
no querer cambiarlo podría manifestarse en numerosas enfermedades compulsivas
como la tricotilomania o el desorden explosivo intermitente.
Los psicólogos afirman que existen diversas maneras para
enfrentar dicho problema, es decir, para aumentar el grado de tolerancia a la
frustración, generando estabilidad emocional y aumentado el grado de
satisfacción. Para ello, se señala la importancia de que estos trabajadores
reconozcan la diferencia entre los
deseos y las necesidades para poder tener claridad sobre lo que realmente es
importante. Por otro lado, las técnicas de relajación se muestran de especial
importancia, por lo que se recomienda que una vez detectado algún detonante, el
trabajador se tome su tiempo para llevar a cabo la técnica más conveniente.
Por otro lado, se indica la importancia de pedir ayuda ante
una situación de frustración ya que las emociones del momento pueden conllevar
a reacciones muy negativas.
También se remarca la idea de que se debe evitar hacer
comparaciones entre las capacidades, metas o tiempos de otros compañeros,
puesto sólo generará un efecto contrario al deseado.
Fuentes
CICAP (2017). Tolerancia a la frustración:una habilidad para enfrentar situaciones difíciles en el trabajo. Recuperado el 26 de Abril: http://www.cicap.ucr.ac.cr/web/tolerancia-frustracion-una-habilidad-enfrentar-situaciones-dificiles-trabajo/
RhStaff (2013).Tolerancia a la frustración en el ámbito laboral. Recuperado el 25 de Abril de 2018: http://www.rhstaff.com.mx/www/index.php/tips-articulo/203-tolerancia-a-la-frustracion-en-el-ambito-laboral
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