La influencia de la condición de refugiado en la CVL
Por María Jesús Ruiz Chacón - 15 abril
Todos podemos imaginarnos (y
algunos no es necesario que se lo imaginen, porque para su desgracia lo han
tenido que vivir) cuán difícil tiene que ser abandonar tu entorno, tu familia,
tus amigos, tu trabajo, tu casa… e instalarte en un lugar totalmente nuevo y
comenzar tu vida ahí. Si es difícil ese salto de provincia a provincia en tu
propio país, lo es más si lo haces a otro estado. Pero más arduo es todavía si vas
a recalar en una nación de la que no conoces ni siquiera el idioma y que
además, te has visto en la necesidad de convertirte en inmigrante si querías
salvar la vida, porque en tu país de origen, unas fuerzas acuciantes y
demoledoras (llamémosles hambre, guerras, mafias o crisis económica) te han
echado del mismo.
![]() |
Éxodo sirio (2015) |
A finales de 2016, el número de
refugiados en todo el mundo se cifró en 65,6 millones de
personas, entendiendo por refugiado, persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza,
religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones
políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa
de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no
pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él" (ONU,
1951). Se trata cuando menos de una crisis
social que merece ser abordada
en este blog en la medida en que, aun como
agente exógeno del trabajo, puede
afectar directamente a la CVL de los trabajadores. Precisamente desde esa
perspectiva vamos a analizar en esta entrada las implicaciones que tienen los
movimientos migratorios, y en particular, nos vamos a centrar en la última crisis de los refugiados, por la
que aún estamos atravesando y en la que existen muchos pactos políticos y
acuerdos de cortesía – además de ciertos tratados internacionales de defensa de
los Derechos Humanos e instrumentos jurídicos concordantes teóricamente
aplicables –, pero pocos actos reales que mitiguen los efectos negativos
que per se tiene el hecho de que
tengas que abandonar tu casa porque una guerra que comenzó hace ya siete años,
te lo ha arrebatado todo, incluso a tus seres queridos, en muchos casos.
Como decía, desde que comenzó la
guerra civil en Siria, allá por 2011, más de cinco millones de personas han
tratado de cruzar las fronteras europea, turca, libanesa y de cuantos otros países
confluyen en el mar Mediterráneo, con el único propósito de salvar el bien más
preciado que tienen: su propia vida (EUROSTAT,
2018). En la prensa nacional e internacional se han tratado largo y
tendido las repercusiones sociales que el fenómeno de la migración tiene tanto
para los migrantes como para el país de acogida y los ciudadanos de este. Pero
en este post, vamos a analizar los efectos del éxodo forzoso de los sirios desde el
punto de vista de la CVL, y para darle una perspectiva científica a las
reflexiones que aquí se recojan, traemos a colación el artículo publicado en la
revista Journal of Vocational Behavior,
volumen 105 (abril 2018), de la estudiante de doctorado en Comportamiento
Organizacional y Gestión de Recursos Humanos (Organizational Behavior and Human Resource Management) de
University of Buffalo (Nueva York), Emily D. Campion, que lleva por título The career adaptive refugee: Exploring the
structural and personal barriers to refugee resettlement (La adaptativa
carrera del refugiado: explorando las barreras estructurales y personales para
el reasentamiento de refugiados).

Otros aspectos que actúan como barreras para que los refugiados puedan
ocupar un puesto acorde con su formación previa a la migración son el género, la educación y la experiencia
previa. A pesar de ello, señala Campion, la red que han tejido en ese subempleo les reporta apoyo y legitimidad
social, sentimientos elementales que coadyuvan a la adaptación profesional e
incluso social del refugiado, lo que redunda
positivamente en su salud física y mental y en su satisfacción. Si hablamos
de barreras, no podemos olvidar tampoco los movimientos xenófobos, que por
desgracia están cobrando cada más importancia y adeptos en los últimos tiempos
en los países occidentales.
En muchas ocasiones en este blog
hemos señalado la importancia del trabajo como actividad para el ser humano,
por varios motivos: porque nos preparamos para salir al mercado laboral desde
que entramos al colegio, porque es aquello a lo que vamos a dedicar la mayor
parte de nuestro tiempo y nuestras energías y porque es la fuente de recursos
que nos permite subsistir. Por lo dicho, el
trabajo es un elemento fundamental para
procurar un asentamiento exitoso.
Para medir el éxito del reasentamiento – en el
que se comparan las condiciones del trabajo y la propia ocupación actual con
las condiciones y ocupación previa a la migración –, la autora del estudio
científico distingue entre:
- Medidas objetivas. Aluden a las condiciones propiamente dichas del puesto de trabajo que se desempeña, como el salario, el estatus, o las posibilidades de promoción y desarrollo de la carrera profesional.
- Medidas subjetivas. En términos generales, refieren a la CVL: a la salud física y mental del trabajador y a su satisfacción y motivación vinculadas al trabajo.
Los procesos de búsqueda de
empleo de trabajadores nativos no son los mismos que los de los refugiados,
porque a la incertidumbre que acompaña normalmente a esta actividad, se suman
en el caso del segundo colectivo las barreras personales y estructurales que
hemos ido abordando en el trabajo (discriminación, rol de género, adaptación a
un nuevo país con distinto idioma y cultura, vivencias previas realmente
traumáticas, total desconocimiento del contexto en el que se hayan insertos
[incomunicación]). Esto explica el que los inmigrantes tiendan a constituir
comunidades de apoyo con otros conciudadanos (ejemplos prácticos: Chinatown [Mahattan,
Nueva York, Estados Unidos], la comunidad china del barrio de Usera [Madrid,
España] o la comunidad árabe de Molenbeek [Bruselas, Bélgica]).
Soluciones
El primer paso para que los
países anfitriones mitiguen las dificultades que llevan intrínsecas el ser
refugiado, es comprender que no se trata
de un colectivo homogéneo, sino que está compuesto por un conjunto de
personas con distintas competencias profesionales. Para continuar, los
organismos gubernamentales que gestionan el asentamiento de refugiados en un
país, han de ayudarles a estos a conectar
sus habilidades con las ofertas de empleo que se puedan ajustar a estas,
porque solo de este modo podrán ser productivos tanto para las empresas como
para la sociedad en su conjunto y, lo que es más importante, los refugiados
conseguirán incrementar su nivel de satisfacción relacionado con su empleo y
con su propia vida.
Desde las empresas, lo ideal sería la implementación
de un sistema similar al mentoring,
en el que un empleado de la organización – preferiblemente con aspectos
coincidentes con el trabajador refugiado en lo que a cultura, idioma y
competencias o estatus profesional se refiere – actúe como tutor del
trabajador inmigrante, guiándole en el proceso de socialización. Se podría
adicionar la participación de un
psicólogo en este procedimiento, cuya función sería la de brindar soporte
psicológico al empleado y guías para una correcta supervisión a sus jefes
directos. Solo a través de iniciativas como esta – cuya eficacia ha quedado
demostrada (BUSCH, KOCH, CLASEN, WINKLER,
& VOWINKEL, 2017) – se puede alcanzar una verdadera
inclusión de la diversidad de la fuerza de trabajo, como aquella a la que aludíamos
en “La
necesaria inclusión de la diversidad en las organizaciones”.
Recuperando una vez más la idea
de la importancia del trabajo para las personas, por extensión, se llega a la
conclusión de que las organizaciones
desempeñan un papel fundamental en el proceso de reasentamiento de los
refugiados y de su adaptación al nuevo contexto, que, naturalmente, va a
tener un reflejo en el futuro de ese mismo trabajador.
Fuentes
BUSCH, C., KOCH,
T., CLASEN, J., WINKLER, E., & VOWINKEL, J. (2017). Evaluation of
an organizational health intervention for low-skilled workers and immigrants. Humans
Relations, 994-1016.
CAMPIOM, E. (2018). The career
adaptive refugee: Exploring the structural and personal barriers to refugee
resettlement. Journal of Vocational Behavior, 6-16.
EUROSTAT. (16 de Marzo de
2018). Asylum statistics. Recuperado el 30 de Marzo de 2018, de EUROSTAT
Statistics Explaines:
ONU. (28 de Julio de 1951). Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados. Recuperado el 30 de Marzo de 2018, de ACNUR:
No hay comentarios:
Si te pasas por este Blog, ya no te acostarás sin saber una cosa más.