Si bien la conciliación de la vida personal y familiar con la laboral incumbe tanto a hombres como a mujeres, éstas no cuentan con las mismas oportunidades a lo largo de su vida profesional por el simple hecho de ser madres. 

Hay muchos estudios acerca de cómo influye la maternidad en la vida laboral de las mujeres. Concretamente, Welch’s investigó a un millar de madres de familia que se dedican completamente a criar a sus hijos. Entre muchas otras conclusiones, cabe destacar que el resultado fue mucho más sorprendente de lo que esperaba, pues el trabajo que realizaron esas mujeres con sus hijos equivale a dos trabajos y medio, debido a la carga de tiempo y esfuerzo que deben soportar. 

La maternidad sirve como foco para vislumbrar el techo de cristal que cubre a la carrera profesional de las mujeres. Las encuestas del INE sostienen que únicamente el 55% de las mujeres recupera el horario laboral que tenía antes de ser madre, frente al 100% de los hombres. 

En España se han ido implantando diferentes medidas para neutralizar la situación y fomentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Aunque las empresas cada vez son más conscientes, siguen dándose casos de limitación jerárquica y de oportunidades desiguales. Este hecho se puede palpar incluso en los procesos de selección, donde más de una empresa ha sido sancionada por preguntar, únicamente a las mujeres, sobre sus planes más tempranos con relación a formar una familia. El caso de Iberia es un ejemplo de una empresa que realizaba análisis de sangre a sus candidatas, habiendo comprobado a posteriori que con ello pretendían confirmar que la mujer en cuestión no estuviera embarazada. 

Las empresas penalizan a las mujeres por el simple hecho de tener hijos y cuidarlos. Todo se reduce a un problema de rol, en el que se encuadra a las mujeres en un papel de “cuidados”, donde los empresarios optarán por contratar o promocionar antes a los hombres. 

Sin duda, la maternidad, o la mera idea de que una trabajadora pueda ser madre, es una de las causas que fomentan la brecha salarial y la desigualdad en lo que a trato y oportunidades se refiere. 

Nos hallamos ante un problema social que perjudica gravemente a las madres. Su calidad profesional se ve reducida porque a las mujeres se les atribuye más responsabilidades personales que a los hombres. 

Es perfectamente posible combinar el éxito profesional con las mieles de la maternidad sin remordimiento. A pesar de las múltiples regulaciones que amparan a la mujer y su progreso laboral, la infravaloración de la mujer como trabajadora y la grave discriminación por razón de sexo en el ámbito laboral sigue siendo un hecho. Lo que deja por los suelos a la calidad de vida en el trabajo.

MARTA FERNÁNDEZ (2018). ElPais: Mujeres ante el techo de cristal.

https://politica.elpais.com/politica/2018/03/02/actualidad/1520003849_107383.html

VALERIA ZURITA (2018). NuevaMujer: Un estudio dice que la maternidad equivale a trabajar 2.5 empleados de tiempo completo.