La calidad de vida laboral es una especificidad dentro de un todo como es la calidad de vida. Tenemos que tener en cuenta que en nuestro puesto de trabajo pasamos 8 horas al día, y que si no las afrontamos con entereza y motivación, podrán afectarnos a nuestra vida personal, causándonos enfermedades de tipo psicosomático o estrés.
La RAE define la motivación como la “acción y efecto de
estimular a alguien o despertar su interés”. En el mundo laboral, este estímulo
tiene que implantarlo y favorecerlo el empresario, aunque no solo dependerá de
él, sino que el trabajador también debe poner un poco de su parte y ser
receptivo.
Dedicaremos este post a darte algunas claves para mantener
la motivación día a día en tu trabajo. Hay veces que puede resultarte difícil,
lo sabemos, pero créenos cuando te decimos que a largo plazo estar motivado influirá
positivamente en tus relaciones personales e incluso contigo mismo.
En primer lugar, y creo que lo más importante, es tener
claros tus objetivos. No nos referimos con esto a que el fin último del trabajo
del día a día sea el cobrar a fin de mes y poder tratar de sobrevivir 30 días,
sino más bien a medio y largo plazo. Tienes que saber cuáles son tus metas para
estar en todo momento motivado. Piensa: ¿Porqué estoy haciendo yo esto?
En segundo lugar, trata de no quejarte, ya que lo único que
consigues es frustrar tus intentos de seguir adelante. Busca soluciones a
aquello que te desagrada en lugar de ver todo oscuro. Otra clave motivacional
es la autoestima. No eches piedras sobre tu propio tejado, y sobre todo, no
asumas la responsabilidad de todo lo negativo que pasa a tu alrededor. Todos somos
humanos y cometemos errores, reconoce que te has equivocado y mira hacia
delante. De nada sirve machacarse. De igual modo, reconoce las cosas cuando las
has hecho bien. No es todo malo, evidentemente.
También ayuda a estar motivado crear tu propio espacio. En tu
mesa de trabajo es donde pasaras la mayor parte de tu jornada laboral. Trata de
hacerla un lugar tuyo, algo personal que te apoye a la hora de conseguir esas
metas de las que hemos hablado anteriormente. Igual que tu mesa, estarás
rodeado siempre de tus compañeros. Un buen ambiente de trabajo favorece el
bienestar y la motivación personal. Trata de conocerlos, entablar amistad o
simplemente trátales de manera amable y respetuosa. Además, esto mejorará tus
habilidades con respecto al trabajo en equipo, y eso te reforzará como persona
al formar parte de un todo.
Acepta los cambios. Tómate las adversidades como un nuevo
reto, en el que aprenderás cosas nuevas que pueden ayudarte a lograr tus
objetivos. Nunca sabes qué deparará el futuro, así que trata de tener tu mente
abierta para adaptarte a lo que se viene, no tengas miedo.
Y por último, sé optimista. Este punto interrelaciona todos
los anteriores. Una actitud positiva, se contagia a tu entorno, mejorando así
tu estado de ánimo a la hora de afrontar un nuevo día en el trabajo.
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