El apego organizacional beneficia a la empresa, pero ¿y al empleado?
Por María Jesús Ruiz Chacón - 18 abril
En no pocas entradas hemos hecho
alusión a cuánto beneficia a la organización el que el empleado sienta ese
fenómeno que los anglosajones denominan engagement
(“Organizaciones
saludables, organizaciones felices”, “La
gestión de la CVL como distintivo empresarial”, “La
motivación personal y la CVL” y “La
importancia de los Programas de Calidad de Vida Laboral”, entre otras
muchas). De hecho, esta misma semana le hemos dedicado una entrada monográfica
a ese sentimiento, el "Engagement".

Recientemente se ha publicado en
la revista Journal of Vocational Behavior,
Volumen 107, un estudio llevado a cabo por Thomas W.H.Ng (doctor en Comportamiento
organizacional y Recursos Humanos y actualmente profesor de la Facultad de
Economía y Negocios de Univerity of Hong Kong) y Tammy D. Allem (profesor de
Psicología de University of Soutch Florida), titulado Organizational attachment and health (Apego organizacional y salud), en el que precisamente se trata de dar respuesta esas preguntas.
Antes de abordar en profundidad
los hallazgos del estudio aludido, debe ponerse de relieve que son pocos los
artículos académicos que tratan conjuntamente el apego organizacional (OA en
sus siglas en inglés: Organizational
Attachment) y la salud de los trabajadores, pues la tónica habitual ha
sido el análisis de ambos elementos de manera separada y autónoma, a pesar de
que existen grandes conexiones entre ellos, tanto es así, que hasta hay
indicadores de los dos que se superponen.
Apego organizacional

En el artículo se desvelan nueve tipos de apegos organizacionales y sus
efectos en la salud. Además, conviene saber que son utilizados con frecuencia
como indicadores o medidores del engagement.
Tales tipologías son:
- Compromiso organizacional afectivo (Affective organizational commitment). Alude al sentido de pertenencia a una organización, basado en sentimientos o emociones positivas hacia ella. Esta clase de apego organizacional motiva a los trabajadores a dedicar su energía y tiempo a su trabajo. Es, con frecuencia, el indicador más usado para medir el engagement de los empleados.
- Confianza organizacional (Organizational trust). Hace referencia a una posición vulnerable, adoptada por el trabajador, que cree por completo en su organización y en que las decisiones que en ella se adoptan son positivas, aunque redunden en riesgo para su propio puesto.
- Identificación organizacional (Organizational identification). Los trabajadores conciben la compañía como una parte de su propia identidad.
- Ajuste de persona-organización (Person-organization fit). Indica la medida en que los valores de la empresa y los del individuo coinciden. Este tipo de apego organizacional proporciona la base para desarrollar otras tipologías. Thomas W.H.Ng y Tammy D. Allem consideran que una alta congruencia entre los valores de sujeto y organización facilita que las necesidades de aquel se satisfaga, lo que incrementará las actitudes positivas del trabajador hacia la compañía.
- Integración organizacional (Organizational embeddedness). Sugiere el sentimiento de pertenencia del trabajador a la organización, y medible fundamentalmente a través de tres factores: el grado de identificación entre el trabajador y la empresa, la relación entre el trabajador y el resto de personas de la compañía y entre el trabajador y su actividad y por último, el sacrificio que le supondría al empleado abandonar la empresa.
- Autoestima basada en la organización (Organization-based self-esteem). Supone valorar si el trabajador considera que es valioso en la compañía.
- Propiedad psicológica (Psychological ownership). Grado en que los empleados sienten que la organización les pertenece.
- Estado privilegiado percibido (Perceived insider status). Implica la sensación por parte del trabajador de que se ha ganado su puesto en la empresa y la imagen que en su seno se tiene de él.
- Contratos psicológicos relacionales (Relational psychological contracts). El contrato psicológico está relacionado con el rol social, esto es, con las expectativas de comportamiento y sobre las obligaciones y derechos de que es titular una persona. Los contratos psicológicos relacionales trascienden lo meramente económico e incluyen aspectos como la lealtad a cambio de apoyo para el crecimiento profesional.
Conclusiones
Culminan su estudio los
académicos concluyendo que el sentimiento de apego organizacional está
relacionado con una mejor salud, aseveración que tiene toda lógica si se parte
del hecho de que, como hemos descrito supra,
el apego emocional es un proceso psicológico, por tanto, relacionado con la
salud mental, pero además, existe un estrecho vínculo establecido por las
ciencias de la salud entre la salud mental y la salud física (somatización).
Así, el correcto funcionamiento del cuerpo humano, en general, y de su sistema
inmunológico, en particular, se ven positivamente influidos con un “vínculo
seguro” (LUYTEN, VAN HOUDENHOVE, LEMMA, TARGET, & FOGANY, 2013) .
El apego incrementa los
pensamientos positivos y mitiga los negativos, promoviendo una visión de sí
mismo más favorable (aumento de la autoestima). Además, la confianza en la
protección derivada de la organización es clave fundamentalmente en momentos de
crisis, lo que mejora la salud al reducir el estrés. Y por supuesto, el apego organizacional
satisface las necesidades sociales o de filiación de los individuos, no
olvidemos, que como decía Aristóteles, el ser humano es un ser social por
naturaleza.
En síntesis, y para responder a
las preguntas formuladas más arriba, efectivamente el apego organizacional es beneficioso para la salud física y mental de
los trabajadores.
Fuentes
HARRISON, D., NEWMAN, R., & ROTH, P. (2006). How
important are job attitudes? Meta-analytic comparisons of integrative
behavioral outcomes and time sequences. Academy of Management Journal,
305-325.
LUYTEN, P., VAN HOUDENHOVE,
B., LEMMA, A., TARGET, M., & FOGANY, P. (2013). Vulnerability for
functional somatic disorders: A contemporary psychodynamic approach. Journal
of Psychotherapy Integration, 250-262.
MEYER, J., D.J., S.,
HERSCOVITCH, L., & TOPOLNYTSKY, L. (2002). Affective, continuance, and
normative commitment to the organization: A meta-analysis of antecedents,
correlates, and consequences. Journal of Vocational Behavior, 20-52.
NG, T., & ALLEN, T.
(Agosto de 2018). Organizational attachment and health. Journal of
Vocational Behavior, 1-14.
ROS, R. (2017). Engagement, autoeficiencia, optimismo y siutaicón laboral
en docentes de educación básica. Revista electrónica de Investigación y
docencia, 45-60.
SHAPIRO, D., HORN, P.,
SHEN, W., & AGARWAL, R. (2016). How do leader departures affect subordinates' organizational
attachment? A 360-degree relational
perspective. Academy of Management Review, 479-502.
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