Hace un par de días vimos cómo la comunicación con los trabajadores realizando estudios dentro de la organización sirve como método para mejorar la productividad. En esta entrada, analizaremos los otros tres programas que en la actualidad sirven para ello, comenzando por la reestructuración de la organización.
La reestructuración es la respuesta de la organización ante la intensa competencia y un entorno cada vez más cambiante, que trata de hacerse más plana, más democrática y más capaz de adaptarse a estos cambios. Ya hemos dicho muchas veces que no tiene nada que ver la estructura organizacional tradicional con la actual, por eso os vamos a deja el siguiente cuadro comparativo, para que veáis a modo resumen a qué se refieren este tipo de cambios.
Hay que destacar dos vías que pueden seguirse para conseguir esta reestruccturación. Por un lado, los planes de aumento de la participación, que comienzan con los círculos de calidad, y que acaban creando nuevas estructuras dentro de la organización. Este aumento de la participación trata de democratizar de alguna manera la industria, y uno de los primeros sitios donde se implementó a gran escala fue en Alemania Occidental bajo el nombre de codeterminación. Entonces se permitía a los representantes de los trabajadores discutir y votar decisiones de gestión clave que les afectaba.
Por otro lado, está la Teoría Z de la gestión, que supone una modificación de la más tradicional norteamericana, al incorporar algunas ideas de la gestión tradicional japonesa. De esta manera, se incluiría:
Fuente:
La reestructuración es la respuesta de la organización ante la intensa competencia y un entorno cada vez más cambiante, que trata de hacerse más plana, más democrática y más capaz de adaptarse a estos cambios. Ya hemos dicho muchas veces que no tiene nada que ver la estructura organizacional tradicional con la actual, por eso os vamos a deja el siguiente cuadro comparativo, para que veáis a modo resumen a qué se refieren este tipo de cambios.
Hay que destacar dos vías que pueden seguirse para conseguir esta reestruccturación. Por un lado, los planes de aumento de la participación, que comienzan con los círculos de calidad, y que acaban creando nuevas estructuras dentro de la organización. Este aumento de la participación trata de democratizar de alguna manera la industria, y uno de los primeros sitios donde se implementó a gran escala fue en Alemania Occidental bajo el nombre de codeterminación. Entonces se permitía a los representantes de los trabajadores discutir y votar decisiones de gestión clave que les afectaba.
Por otro lado, está la Teoría Z de la gestión, que supone una modificación de la más tradicional norteamericana, al incorporar algunas ideas de la gestión tradicional japonesa. De esta manera, se incluiría:
- Empleo a largo plazo.
- Periodos breves de promoción y evaluación.
- Trayectorias profesionales "serpenteantes" por distintas funciones dentro de la organización.
- Uso intensivo de la planificación y datos de contabilidad con fines informativos y de decisión colectiva.
- Las decisiones se toman en base a datos exactos, y se aplican a toda la organización.
- Se comparte responsabilidad a la hora de tomar y llevar a la práctica estas decisiones.
Otro programa de mejora de la productividad es la automatización, tanto en fábricas como en oficinas. Debe tomarse por parte del departamento de recursos humanos como una estrategia decisiva, ya que posibilita cambiar la naturaleza de muchos puestos de trabajo y de crear otros tantos. Además, es uno de los principales elementos que contribuyen al aumento de la productividad, y si se sabe aprovechar y comprender, será posible utilizarla para mejorar la calidad de vida en el trabajo. Esto se consigue a través de fabricación computerizada, sistemas flexibles de fabricación, y diseño y fabricación asistidos por ordenador, en cuanto a la automatización de las fábricas, y en oficinas, las distintas aplicaciones informáticas como procesadores de texto, las conexiones en red, el fax, correo electrónico, Internet, etc.
Por último, la gestión de calidad total se refiere a la forma de gestionar el negocio con respecto a la relación con el cliente. Se trata de asegurar la satisfacción del cliente, proporcionando productos y servicios de calidad. Existen tres fuerzas que han empujado a las organizaciones a adoptar enfoques de gestión de calidad total:
- El reconocimiento por parte de la empresa de que ante la competencia y los intentos por mantener las cuotas de mercado, deben satisfacer a sus clientes.
- La respuesta de las empresas ante las demandas explícitas de los clientes.
- La reacción de las empresas ante la necesidad de los empleados de un entorno de trabajo en el que se reconozcan las contribuciones individuales y de grupo.
Fuente:
Dolan, S., Schuler, R. S., & Valle, R. (1999). La gestión de los Recursos Humanos. McGraw-Hill.
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